Agricultura afectada por el sistema frontal.
La Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) y la Federación de Productores de Fruta (Fedefruta) han emitido declaraciones preocupantes con respecto a los daños ocasionados por el devastador sistema frontal. Aunque la magnitud de los estragos aún no puede ser precisada, los informes de agricultores afectados pintan un panorama desafiante.
Antonio Walker, presidente de la SNA, expresó que «es extremadamente complejo evaluar los daños y pérdidas en este momento, pero sabemos que la situación en las regiones de O’Higgins, El Maule, Ñuble y Biobío es crítica. Agricultores y trabajadores agrícolas han perdido sus hogares y sus medios de subsistencia. Muchos de ellos ya habían sido golpeados por el sistema frontal ocurrido en junio», comentó Walker.
En medio de la preocupación, Walker señaló que se esperan más complicaciones, ya que se pronostica otro sistema frontal para las próximas horas en la zona centro-sur del país. «Podríamos estar hablando de al menos 100 milímetros de lluvia adicionales, lo cual empeoraría aún más la situación de los cultivos frutales, hortícolas y vitivinícolas, además de afectar la infraestructura hídrica y laboral en los campos», advirtió.
La SNA está en contacto constante con las autoridades locales para evaluar el impacto real en cada comuna y coordinar la entrega de asistencia. Además, se está preparando para usar los liceos agrícolas de SNA Educa como centros de acopio.
«En este momento, la medida de emergencia más crucial es acelerar y facilitar la asignación de recursos a través de diversas fuentes de financiamiento, tanto públicas como privadas, con el objetivo de que las zonas rurales puedan recuperarse lo más pronto posible», añadió Walker.
Por su parte, Jorge Valenzuela, presidente de Fedefruta, indicó que es difícil cuantificar el daño más allá de los testimonios que han comenzado a recibir. No obstante, aseguró que la situación es tan alarmante como se podría esperar.
Valenzuela compartió que ya han recibido informes e imágenes de huertos dañados en Maule y Ñuble, con campos de arándanos inundados y con productores y trabajadores agrícolas luchando por mantener la situación bajo control.
«En este momento, los fruticultores están enfrentando los efectos de las lluvias en sus terrenos. Durante toda la semana pasada nos preparamos para este nuevo evento y nos encontramos tratando de no dar tregua a la lluvia, que una vez más está afectando las áreas ya dañadas», declaró Valenzuela, quien también es productor cerecero en la Región de O’Higgins.
Los gremios agrícolas están dispuestos a colaborar con las autoridades locales y el Ministerio de Agricultura para supervisar la situación y brindar ayuda a los productores, trabajadores y comunidades rurales afectadas.