LA ECONOMÍA MUNDIAL SE ALISTA PARA UN IMPACTO A CAUSA DE LA GUERRA DE RUSIA CONTRA UCRANIA

 LA ECONOMÍA MUNDIAL SE ALISTA PARA UN IMPACTO A CAUSA DE LA GUERRA DE RUSIA CONTRA UCRANIA

Los bancos centrales están retrasando o suavizando los aumentos de tasas después de contar con dinero barato para superar la pandemia de covid-19.

Precios en alza de las materias primas, amplias sanciones financieras y la posibilidad de una prohibición de importar energía desde Rusia después que invadió Ucrania están amenazando con obstruir una economía global que aún está débil debido a la pandemia de covid-19. Igualmente están complicando la labor de los bancos centrales que se habían estado preparando para eliminar gradualmente el dinero barato. A ambos lados del Atlántico, la inflación está en niveles que no se habían visto en décadas, y sigue subiendo. Los mercados de valores en el mundo están languideciendo y el dólar está aumentando frente a otras monedas mientras los inversionistas se precipitan en busca de la seguridad de los activos estadounidenses. Los economistas están advirtiendo cada vez más de una posible ola de estanflación, especialmente en Europa, una situación de alta inflación y bajo crecimiento que afectó a las principales economías durante la década de 1970.

 

En ese entonces, los bancos centrales respondieron a un aumento en los precios del petróleo con políticas de dinero barato que provocaron una espiral de precios y salarios. Ahora, algunos bancos centrales podrían renunciar a sus planes de subir las tasas de interés después de mantenerlas sin alzas durante la pandemia. ‘Va a ser cada vez más difícil ignorar las comparaciones con la década de 1970, ya que el movimiento del precio de las materias primas se parece cada vez más a esto’, señaló Jim Reid, estratega del Deutsche Bank. En las reuniones para fijar tasas que están programadas se esperaba, hasta hace poco, que el Banco Central Europeo y la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) actuaran rápidamente para eliminar en forma gradual las políticas de dinero barato. Es probable ahora que ambas entidades sean cautelosas, según inversionistas, lo que refleja los nuevos riesgos económicos. El presidente de la Fed, Jerome Powell, señaló a funcionarios del Congreso la semana pasada que era probable que la invasión de Rusia a Ucrania hiciera subir la inflación, y agregó que propondría un aumento de la tasa de interés de un cuarto de punto porcentual en la reunión de la próxima semana, lo que pone fin, en efecto, a las especulaciones sobre un incremento mayor de medio punto porcentual.

 

‘Tenemos que estar alertas y ser ágiles cuando tomamos decisiones en un entorno bastante difícil’, expresó Powell. En Frankfurt, funcionarios del Banco Central Europeo (BCE) han señalado que actuarán con cautela, a pesar de que la inflación subió a 5,8% en febrero, casi tres veces el objetivo del 2% del BCE. Los inversionistas ahora esperan que esta entidad aumente su tasa de interés clave en 0,1 punto porcentual para diciembre, a menos 0,4%, en vez del alza de tasa de 0,5 punto porcentual que se esperaba hace un mes, de acuerdo a los precios del mercado financiero. En el centro de la ola de incertidumbre más reciente está Rusia, la 11ª economía más grande del mundo y un proveedor de energía fundamental para gran parte de Europa. Las naciones occidentales han impuesto en los últimos días las sanciones económicas más amplias contra un país importante en las últimas décadas. Christopher Smart, exasistente especial del Tesoro y del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. en el gobierno del Presidente Barack Obama, comentó que la incertidumbre entre las empresas mundiales recordaba aquella que acompañó el colapso de Lehman Brothers en septiembre de 2008. ‘Nunca hemos visto nada tan amplio, tan poderoso y tan repentino que se haya impuesto a una economía de esta envergadura y tan importante para la economía mundial’, manifestó Smart. Es similar a la crisis de Lehman, ‘en el sentido de que va a haber mucha incertidumbre en cuanto a quién tiene exposición a Rusia, la exposición indirecta’, indicó.

 

‘Tal vez yo sé que no estoy expuesto, pero no estoy seguro realmente de quién entre mis clientes puede estar expuesto, quién tiene inversiones que… va a tener que castigar’. Europa, con su proximidad geográfica al conflicto y fuerte dependencia de la energía rusa, está enfrentando posiblemente su tercera recesión en dos años. Es probable que a la economía de EE.UU. le vaya mejor en vista de su papel como el principal productor de petróleo del mundo y ahorros domésticos todavía considerables, pero incluso en EE.UU. el aumento de la inflación es probable que pese sobre el gasto de consumo y el crecimiento. El euro ha caído a US$ 1,08, próximo a su mínimo en cinco años frente al dólar. El MSCI EMU, un índice de acciones de la eurozona de gran y mediana capitalización, ha caído alrededor del 20% desde enero, en comparación con una disminución del 10% del índice S&P 500. Las acciones bancarias de la eurozona se han visto especialmente afectadas, aun cuando su exposición directa a Rusia es limitada en la mayoría de los casos. Incluso antes del conflicto de Ucrania, la recuperación económica de Europa tenía menos impulso que la de EE.UU., en parte debido al gasto de gobierno más bajo. El gasto de consumo y la inversión en la eurozona están muy por debajo del camino en que estaban antes de la pandemia, mientras que EE.UU. ha vuelto a ese camino, de acuerdo a datos del BCE.

 

Las grandes economías del mercado emergente como Egipto están enfrentando una crisis de seguridad alimentaria en medio del alza de precios y la limitación de suministros de las exportaciones rusas de trigo y aceite de girasol, de acuerdo al Middle East Institute, un instituto de estudios en Washington, D.C. En Rusia, los economistas prevén una contracción económica de hasta el 10%, que la nación no ha experimentado desde las confusas reformas económicas postsoviéticas de la década de 1990. Es probable que luego del impacto inicial venga un período prolongado de bajo crecimiento o estancamiento a medida que Rusia va quedando en un aislamiento económico, de acuerdo a Capital Economics. En China, donde los líderes se están reuniendo para delinear las prioridades económicas para el próximo año, el crecimiento se está desacelerando y los altos costos de la energía son una preocupación cada vez mayor. El país todavía está poniendo en práctica una política de cero covid-19, y el consumo familiar ha sido débil, mientras que aquellos a cargo de las políticas están tomando medidas severas contra los excesos en el mercado inmobiliario.

 

El Presidente Xi Jinping señaló el domingo que el país tiene que garantizar la seguridad del grano y el resguardo del mercado nacional para mantener la producción, informó el canal estatal CCTV. La guerra de Ucrania podría reducir el crecimiento económico de la eurozona hasta 2 puntos porcentuales, según Capital Economics. Las sanciones de Occidente contra las empresas rusas, las compañías que están cortando vínculos voluntariamente y la profunda recesión en Rusia reducirán severamente las exportaciones de la eurozona a Rusia. El conflicto también está sumando nuevas tensiones a las cadenas de suministro globales que ya están forzadas y subiendo los precios para las compañías manufactureras de Europa centradas en la exportación. Las empresas automotrices están reduciendo la producción en medio de una escasez de juegos de cables y otros componentes. La guerra también pesará sobre el gasto familiar a través de precios más altos y una mayor incertidumbre. Las consecuencias del conflicto de Ucrania afectarán el crecimiento de Italia en 2022, dijo el primer ministro Mario Draghi a los reporteros el lunes. ‘Estos hechos claramente influirán en el crecimiento económico este año’, expresó Draghi después de una reunión con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en Bruselas.

 

Aunque el BCE podría decidir postergar los aumentos de tasas hasta 2023 y extender su programa de compra de bonos, es probable que la Fed, el Bank of England y el Bank of Canada continúen elevando las tasas, aunque a un ritmo más lento que el previsto en un principio antes del conflicto, observó Iain Stealey, gerente de cartera de J. P. Morgan Asset Management en Londres. Un índice de la confianza del inversionista de la eurozona que es muy observado se vino abajo en marzo hasta un mínimo no visto en 17 meses, a la par con la disminución que se exhibió al comienzo de la pandemia de covid-19 en marzo de 2020. ‘Creemos que el aumento de los precios de las materias primas está aquí para quedarse y llevará tanto a una inflación más alta como a un crecimiento más bajo’, dijo Salman Ahmed, jefe global de asignación de activos macro y estratégicos de Fidelity International en Londres. ‘Esto significa que el riesgo de una recesión total en Europa está aumentando abruptamente, en especial si los flujos de materias primas físicas desde Rusia se interrumpen considerablemente en los próximos días y semanas’. (Traducido del inglés por ‘El Mercurio’)

Publicación relacionada

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *